-

21 marzo, 2011

El consumo de fibra en la alimentación infantil

La fibra aporta un gran beneficio en la dieta de los más pequeños. Entre otras cosas es necesaria para regularizar la función del intestino y favorece la proliferación de bacterias beneficiosas, pero es necesario conocer un poco más acerca del consumo de fibra en la alimentación infantil.

Por su capacidad para resistir la digestión en el aparato digestivo, la fibra retarda el vaciamiento gástrico y acelera el transito intestinal evitando el estreñimiento, un problema gastrointestinal bastante frecuente entre los más pequeños.

También es desintoxicante,pues evita que los deshechos estén demasiado tiempo en los intestinos, y gracias a su poder saciante contribuye a prevenir la obesidad y el sobrepeso. Además, está asociada a un menor riesgo de padecer enferemedades cardiovasculares y a la prevención del cáncer de colon.

Podemos encontrarla principalmente en frutas, verduras, legumbres y cereales, preferiblemente integrales.

Una medida adecuada de fibra también es importante. Una ingesta escasa puede provocar enfermedades metabólicas como diabetes e hipertensión, pero a la vez un exceso puede significar una reducción importante en la densidad energética así como también puede producir déficit de algunos micronutrientes.

Para conocer qué cantidad de fibra al día debe consumir un niño podemos hacer un cálculo muy sencillo. Según las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría, a la edad del niño hay que sumarle 5 gramos de fibra dietética. Es decir, que un niño de 1 año debe consumir 6 gramos diarios de fibra y uno de 4, unos 9 gramos diarios.

Del total de fibra se aconseja que el 30% sea fibra soluble y que el 70% sea fibra insoluble. La primera la encontramos en alimentos como la avena, legumbres, cebada, manzana, frutas cítricas, frutillas y zanahorias, mientras que la segunda se encuentra en harina de trigo integral, salvado de trigo, cereales integrales, semillas, lechuga, espinacas, acelga, repollo, brócoli, uvas, pasas de uva y frutas secas en general.

Con respecto a la fruta, es importante destacar que la cantidad de fibra se localiza básicamente en la piel y la pulpa, por que se aconseja eliminar la menor cantidad posible. Para daros una idea sobre cómo es mejor comer una naranja, la naranja fresca aporta una media de 1,7 gramos de fibra por cada 100 gramos, mientras que en el zumo encontramos 0,1 gramos por cada 100 ml (gramos).

Algunas recomendaciones para aumentar el consumo de fibra en la dieta de los niños son aumentar el consumo de frutas (en brochetas, en trozos, piezas enteras), al menos dos piezas al día, e incluir cereales en comidas y meriendas como germen de trigo sobre trocitos de fruta o salvado en el yogur.